Tú no vales para eso.
- unrincondeeducacion
- 18 abr 2020
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez alguien os ha dedicado estas cinco palabras? Quizá haya sido un conocido, un amigo, un maestro o alguien de nuestra familia. El origen no importa, pero sí la influencia que pueden tener las palabras en nuestro desarrollo y, sobre todo, en nuestra autoestima y seguridad.
Una vez, un maestro me dijo "tú no vales para esto, supongo que no es a lo que querrás dedicarte." Con apenas 10 años, ¿qué iba a decir? No tenía la capacidad de analizar y reflexionar sobre lo que pasaba a mi alrededor. Sin embargo, sí tenía la capacidad de asumir y recordar los sucesos o las palabras que marcan. Aquí está la prueba. Casi 20 años después, recuerdo su nombre, el lugar y el sentimiento con el que salí de su clase. Si ahora pudiera tenerlo en frente, le diría que tenía toda la razón. No es a aquella disciplina a lo que me quería dedicar, mi pasión es ser docente, pero es una decisión que me ha correspondido tomar a mí y a nadie más. Añadiría que nadie puede creerse con el derecho de romper los sueños de una persona.
Algunas veces, en las escuelas observo que olvidamos el poder que tiene la palabra o una mirada en el desarrollo de un niño. Es sorprendente cómo la manera de mirar a un alumno o un hijo puede conseguir que sienta una mayor seguridad para emprender el camino hacia sus metas. Y es que aunque nos cueste creerlo, la seguridad influye de manera directa en que tengamos el valor de conseguir esas metas o de quedarnos en el camino.
No podemos permitir que nuestro alumnado salga de la escuela sin creer en sí mismo. Una de nuestras principales labores es que cada uno de nuestros alumnos y alumnas descubra cuál es su superpoder y de qué manera puede potenciarlo. Solo de esta manera conseguiremos educar a una sociedad que no viva de espalda a sus fortalezas.

Fotografía de Marjory Collins in Washington, DC, 1942.
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